¿Cómo identificar un pellet de calidad superior?

El pellet, o pellets de madera, se ha convertido en una fuente de energía renovable imprescindible para calentar de forma ecológica y económica. Sin embargo, no todos los pellets son iguales en cuanto a rendimiento y durabilidad. Entonces, ¿cómo se reconoce una buena pastilla? A continuación se presentan algunos criterios a tener en cuenta para ayudarle a tomar la decisión correcta.

Certificación: garantía de calidad

Para garantizar que su pellet sea de buena calidad, es fundamental comprobar que tiene un certificación reconocida. Las certificaciones más conocidas son la norma europea ENplus y la norma francesa NF. Estas etiquetas garantizan que el pellet cumple con requisitos estrictos en términos de composición, poder calorífico, nivel de humedad y cenizas.

El estándar ENplus

La norma ENplus clasifica el pellet en tres categorías:

  1. ENplus A1: son pellets de alta gama, destinados a particulares. Su nivel de humedad es inferior al 10%, su poder calorífico es superior a 4,6 kWh/kg y su contenido en cenizas es inferior al 0,7%.
  2. ENplus A2: estos balines tienen características ligeramente inferiores a las del A1, pero siguen siendo de buena calidad.
  3. ENplus B: estos pellets están destinados a un uso industrial y no son aptos para particulares.

El estándar NF

La norma NF también garantiza la calidad del pellet, basándose en criterios similares a los de la norma ENplus:

  • Poder calorífico superior a 4,6 kWh/kg
  • Nivel de humedad inferior al 10%
  • Contenido de cenizas inferior al 0,7% para pellets Premium y al 1,5% para pellets Standard

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Dureza del pellet: un factor clave de rendimiento

Un buen pellet debe ser lo suficientemente duro y duradero para evitar la descomposición durante el transporte, almacenamiento y uso. Demasiada fragilidad provoca la producción de polvo y partículas finas, que pueden obstruir el sistema de calefacción y perjudicar su eficiencia.

La dureza de los pellets se expresa generalmente por su índice de durabilidad mecánica (MDI), que debe ser superior al 97,5%. Cuanto mayor sea este índice, más sólidos serán los gránulos y más resistentes a la manipulación.

El origen y composición de los pellets.

Para obtener un pellet de calidad, es importante asegurarse de que esté elaborado a partir de madera limpia y sin tratar. Los pellets fabricados a partir de subproductos de la industria maderera (aserrín, virutas) son generalmente de mejor calidad que los fabricados a partir de madera reciclada o residuos vegetales. El origen geográfico también puede ser un factor a tener en cuenta, porque influye en las características de la madera utilizada, y por tanto en la calidad del pellet.

Además, verifique el tipo de aglutinante utilizado para unir las partículas de madera. Los mejores pellets se obtienen utilizando la lignina presente de forma natural en la madera, sin añadir aditivos químicos.

El tamaño de los pellets.

El tamaño de los pellets juega un papel fundamental en su rendimiento energético. La norma ENplus recomienda longitud entre 3,15 y 40 mm y un diámetro de 6 u 8 mm. Estas dimensiones permiten una combustión óptima y un suministro regular del sistema de calefacción.

También es importante que el tamaño de las partículas (distribución de tamaños del pellet) sea homogéneo, para evitar variaciones de rendimiento y mal funcionamiento de la estufa o caldera de pellet.

Tasa de humedad y poder calorífico.

Un buen pellet debe tener un nivel de humedad bajo (<10%) y un poder calorífico alto (>4,6 kWh/kg), que garantice combustión eficiente y máxima eficiencia. Un nivel de humedad demasiado alto provoca una reducción del poder calorífico, así como una mayor producción de condensados ​​y cenizas.

El poder calorífico de los pellets depende en parte de su composición: los pellets de madera blanda (pino, abeto) ofrecen generalmente mejores rendimientos que los de madera dura (roble, haya).

Contenido de cenizas

Por último, la calidad de un pellet también se mide por su contenido de cenizas, que debe ser lo más bajo posible (<0,7% para el pellet Premium, <1,5% para el pellet Standard). Un bajo contenido de cenizas ayuda a reducir las emisiones contaminantes y la obstrucción de su sistema de calefacción, al tiempo que facilita su mantenimiento.

En resumen, para reconocer un buen pellet es necesario comprobar su certificación, su dureza, su composición, sus dimensiones, su nivel de humedad, su poder calorífico y su contenido en cenizas. No dude en comparar las características técnicas de los diferentes productos disponibles en el mercado y preferir marcas que hayan demostrado su eficacia en términos de calidad y rendimiento.

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